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La obesidad infantil afecta la salud física y emocional de los niños

La obesidad infantil y cómo combatirla

La obesidad infantil es un problema global creciente. Aquí te contamos las causas y cómo combatirla a través de cambios en la alimentación y el ejercicio.

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Publicación: 2 de Octubre de 2021

El gran problema de la obesidad infantil en la actualidad

En las últimas décadas, la obesidad se ha convertido en un padecimiento muy presente en la población, sin distinción de razas, géneros o edad. Esto ha alertado a la Organización Mundial de la Salud, a las sociedades médicas y a los individuos en general. En el presente artículo se tratará de indagar todos lo relativo a la obesidad infantil, sus causas, consecuencias y posibles mecanismos de prevención.

¿Qué es la obesidad infantil y cómo se determina?

Chueca, Azcona, y Oyarzábal (2002) plantean que la obesidad infantil suele confundirse con el sobrepeso, pero aclaran que no son términos sinónimos.

La obesidad constituye un trastorno metabólico que conlleva a una acumulación excesiva de energías en forma de grasa corporal, en contraste con lo esperado según el sexo, talla o edad del niño.

La obesidad conlleva a una exceso de grasa en el cuerpo

Ilustración mostrando el exceso de grasa acumulada en el cuerpo debido a la obesidad

Uno de los criterios más exacto para hacer el diagnóstico de obesidad lo constituye la determinación de grasas que posee el organismo, a través de diferentes técnicas de mediciones como la antropometría, la pletismografía por desplazamiento de aire, absorciometría dual de rayos X y la impedanciometría, entre otros.

En tal sentido, en la práctica clínica la medición del índice de masa corporal (IMC) constituye el indicador más utilizado para hacer el diagnóstico de obesidad.

Es importante realizar un buen diagnóstico y abordar de manera integral la problemática

Imagen representando un diagnóstico médico integral para la obesidad infantil

¿Cómo diagnosticar la obesidad infantil?

Para diagnosticar la obesidad infantil se utiliza un método diagnóstico con estándares internacionales que consiste en la medición del índice de masa corporal (IMC) según la edad del individuo, calculado como peso, dividido por talla al cuadrado.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) esboza una clasificación para medir el sobrepeso en niños y adolescentes, en la que el “punto de corte para sobrepeso es de 25 de IMC y el de obesidad es de 30” (Achor, Benítez, Brac & Barslund, 2007).

La organización mundial de la salud determinó que sobre los 30 IMC es obesidad

Imagen ilustrando el índice de masa corporal (IMC) superior a 30 como indicador de obesidad

Además, al momento de establecer un diagnóstico, se debe realizar una historia clínica que recopile datos tales como:

  • Peso y talla del infante al momento de nacer
  • Duración de la lactancia materna
  • La edad del destete
  • El comienzo de la agalactación
  • Comienzo de la obesidad
  • Tiempo que dedica el niño a actividades sedentarias
  • Enfermedades crónicas
  • Medicamentos que toma el infante
  • Antecedentes familiares de obesidad
  • Examen físico general, evaluación antrométrica, peso actual, estatura, mediciones corporales (circunferencias de la cintura, cadera, brazos; pliegues cutáneos, subescapular, suprailíaco, tríceps)
  • Exámenes de laboratorio que incluyan glucemia, lipidograma y hemograma 2
El sedentarismo contribuye a la mantención de la obesidad infantil

Fotografía mostrando a un niño sedentario, lo que contribuye a la obesidad infantil

Cuáles son las principales causas de la obesidad

Achor, Benítez, Brac & Barslund (2007) destacan que la velocidad en la que se incrementa el sobrepeso depende de los factores ambientales. Sin embargo, la obesidad se asocia a múltiples factores: genéticos, metabólicos, psicosociales o ambientales.

En ese sentido, dentro de los factores genéticos existe una predisposición que puede conllevar a sufrir obesidad, facilitar la acumulación de energía en forma de masa tisular o a tener dificultades para liberar esa energía en forma de calor.

La carga genética es considerada un factor de riesgo

Diagrama mostrando la influencia genética en la predisposición a la obesidad infantil

La influencia genética se asocia a factores externos (hábitos de alimentación, hábitos sedentarios, disponibilidad de alimentos), estructura sociológica o cultural.

Igualmente, en el caso de la obesidad infantil:

Varios investigadores señalan la existencia de otros factores ambientales predisponentes a la obesidad como el destete temprano del lactante, insuficiente uso de la lactancia materna, la agalactación precoz antes del tercer mes de vida, el consumo de más de un litro de leche en el día (Achor, Benítez, Brac & Barslund, 2007).

La lactancia prolongada ayuda a la prevención de la obesidad

Fotografía de una madre amamantando a su hijo, demostrando los beneficios de la lactancia

El riesgo de la aparición de la obesidad se puede incrementar aún más si el niño posee malos hábitos de alimentación (ausencia de desayuno, ingestión de grandes cantidades de alimentos en las últimas horas del día o consumo de grandes cantidades de azúcar).

¿Qué alteraciones a la salud ocasiona la obesidad infantil?

Para los autores Achor, Benítez, Brac & Barslund (2007) cuando un niño tiene obesidad se altera por completo el funcionamiento de su organismo y se produce también un Síndrome Metabólico. Lo anterior altera múltiples subsistemas del cuerpo humano y causa:

La obesidad provoca una alteración en todo el organismo de los niños

Ilustración mostrando cómo la obesidad afecta diferentes sistemas del cuerpo infantil

  • Hipercolesterolemia o presencia de colesterol por encima de los niveles considerados normales en la sangre
  • Hipertrigliceridemia o incremento en la concentración de triglicéridos
  • Elevación del colesterol de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) o de las lipoproteínas de baja densidad (LDL)
  • Disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL)
  • Hiperuricemia
  • Aumento de la resistencia a la insulina

Aunado a ello, se considera que la obesidad infantil agrupa un conjunto heterogéneo de trastornos asociados a una alta morbilidad y mortalidad en las poblaciones: puede desencadenar enfermedades crónicas como diabetes tipo II, hipertensión arterial, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer o apnea obstructiva del sueño.

La obesidad conlleva una serie de otras enfermedades

Infografía que muestra las enfermedades asociadas a la obesidad infantil

Achor, Benítez, Brac & Barslund (2007) señalan que la obesidad en niños, además, ocasiona pies planos en diferentes grados:

Son suficientes 6,50 a 9 Kg. de más para provocar arcos planos o inflamación de la placa de crecimiento en los talones señaló Haycock, quien también afirma que solía ver ese dolor de pie en niños muy activos y que ahora los sufren cada vez más los chicos con sobrepeso. Lo que está claro es que los problemas en los pies de los niños obesos pueden provocar un círculo vicioso, en el que el dolor de pie les hace más difícil abandonar el sedentarismo, lo que a su vez dificulta bajar de peso (Achor, Benítez, Brac & Barslund, 2007).

El dolor en los pies dificulta comenzar a realizar actividad física

Imagen que ilustra el dolor en los pies de un niño con obesidad, dificultando la actividad física

Tratamiento y prevención de la obesidad infantil

Tejada Garrido (2018) destaca que el tratamiento de la obesidad resulta sumamente necesario, dado que esta constituye una enfermedad crónica que afecta al infante de forma física, emocional o psicológica.

Una mala nutrición (desnutrición o exceso en la ingesta de alimentos) altera el funcionamiento del organismo, así como sus componentes bioquímicos y origina patologías físicas o psicológicas.

Una mala nutrición genera alteraciones en la salud

Imagen mostrando cómo una mala alimentación contribuye a la obesidad infantil

Sin embargo,

El tratamiento de la obesidad no es fácil y en la mayoría de los casos conduce al fracaso. Los resultados obtenidos a largo plazo son desalentadores y muestran que del 80 % al 90 % de los niños vuelven a su percentil de peso previo siendo la tasa de recidiva comparable a la de los adultos (Tejada Garrido, 2018).

La obesidad necesita de un tratamiento integral para su eficacia

Fotografía que ilustra un enfoque integral para tratar la obesidad infantil

Por lo anterior, todo tratamiento debe considerar que se mantenga un peso apropiado en el infante, a partir de su edad, estatura y peso. Se recomienda:

  • 1
    Mantener una alimentación saludable
  • 2
    Desarrollar actividades físicas
  • 3
    Evitar el sedentarismo en el menor
  • 4
    Procurar una intervención psicológica, con la cual se modifiquen los hábitos insanos y se incentive una vida más activa y lograr hábitos más saludables a largo plazo

Referencias:

  • Achor, M. S., Benítez, N., Brac, E., & Barslund, S. (2007). Obesidad infantil. Revista de Posgrado de la Vía Catedra de medicina, 168(1), 34-38. https://med.unne.edu.ar/revist...
  • Chueca, M., Azcona, C., & Oyarzábal, M. (2002). Obesidad infantil. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 25, pp. 127-141). https://www.researchgate.net/p...
  • Muñoz Muñoz, F. L., & Arango Álzate, C. (2017). Obesidad infantil: un nuevo enfoque para su estudio. Revista Salud Uninorte, 33(3), 492-503.
  • Serrano, J. A. (2018). La obesidad infantil y juvenil. Quaderns de polítiques familiars. http://repositori.uic.es/handl...
  • Tejada Garrido, C. I. (2018). Intervenciones dietéticas efectivas para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad infantiles. Ene, 12(2). http://scielo.isciii.es/scielo...

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