Los trastornos de Personalidad
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Trastorno de personalidad
Cuando hablamos de trastorno de personalidad, nos referimos a una forma de ser en particular de la persona. Dicha forma de ser, al sujeto le trae conflictos o problemas en distintas esferas de la vida, principalmente vinculadas con las relaciones interpersonales, tales como conflictos con la autoridad, problemas con la justicia, de pareja, entre otros. Debido a lo anteriormente nombrado, muchas de las personas que padecen de algún trastorno de personalidad llegan a consultar, ya sea a psicología o psiquiatría manifestando un malestar significativo presente en estas distintas áreas.
Los trastornos y su definición
Esta forma en particular de ser, es definida como un patrón permanente e inflexible que se experimenta como una experiencia interna que genera malestar y cuyos comportamientos se alejan de lo que generalmente se espera según una determinada cultura. Generalmente esto tiene como inicio en la adolescencia o al principio de la edad adulta.
Tipos de trastornos de personalidad:
Los trastornos de personalidad se clasifican en tres grupos:
- 01Grupos A: Trastorno paranoide, esquizoide y esquizotípico de la personalidad
- 02Grupos B: Trastorno antisocial, límite, histriónico y narcisista de la personalidad
- 03Grupos C: Trastorno por evitación, dependencia y obsesivo compulsivo de la personalidad
Con respecto al grupo A, aquellas personas que padecen alguno de estos trastornos de personalidad suelen parecen ante la mirada del otro como raros o excéntricos. Por su parte los del grupo B, se caracterizan por ser emotivos o inestables y finalmente el grupo C tienden a ser ansiosos o temerosos.
¿Qué son los rasgos de personalidad?
Los rasgos de personalidad son descritos como patrones persistentes que intervienen en la forma de percibir, relacionar y pensar respecto al entorno y uno mismo. Los rasgos de personalidad solo se constituyen como trastorno de personalidad cuando suelen ser inflexibles y desadaptativos causando un deterioro funcional significativo.
Trastorno de personalidad paranoide:
Lo que caracteriza al trastorno de personalidad paranoide es un patrón de desconfianza hacia los otros de forma que las intenciones de los demás son interpretadas como dañinas o ataques a nivel personal. Los individuos con este trastorno de personalidad dan por hecho que los demás quieren aprovecharse de ellos, dañarlos o engañar, aunque no tengas pruebas concretas sobre aquello.
Además aquellas personas que padecen de trastorno de personalidad paranoide son reacios a confiar o intimar con otros, porque temen que la información otorgada pueda ser utilizada en su contra. Los sujetos con este trastorno de personalidad suelen ser patológicamente celosos, teniendo de manera recurrentes conflictos con sus parejas. A menudo son rígidos, críticos con los demás e incapaces de colaborar, aunque tienen muchas dificultades para aceptar las críticas. Son capaces de culpar a los demás de sus propios errores.
Trastorno de personalidad esquizoide:
La característica esencial del trastorno esquizoide de la personalidad consiste en un patrón de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional principalmente en el plano interpersonal. Este patrón comienza al principio de la edad adulta. Aquellas personas que presentan este tipo de trastorno no presentan deseos de intimar, parece no interesarles formar familia o pertenecer a un grupo social. Suelen ser personas solitarias, escogiendo actividades que no requieran de la interacción de otros. A veces, sus vidas parecen no ir a ninguna parte y dejan sus objetivos a merced del azar. Estos individuos suelen reaccionar pasivamente ante las circunstancias adversas y tienen dificultades en responder adecuadamente a los acontecimientos vitales importantes. El trastorno esquizoide de la personalidad es poco frecuente en el entorno clínico.
Trastorno esquizotípico de la personalidad:
Las personas que padecen del trastorno esquizotípico de la personalidad suelen presentar un deterioro en las relaciones interpersonales, manifestando un malestar agudo, así también como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento. Muchas de las personas que padecen este trastorno pueden sentir que poseen poderes especiales para leer los pensamientos de los demás. Suelen creer tener un control sobre los otros
Los sujetos con trastorno esquizotípico de la personalidad interpretan como problemáticas las relaciones interpersonales y no se encuentran cómodos relacionándose con otras personas. Como resultado, acostumbran a tener pocos o ningún amigo íntimo o persona de confianza aparte de los familiares de primer grado.
Trastorno antisocial de la personalidad:
Las personas que padecen dicho trastorno de personalidad suelen violar los derechos de los demás. Este trastorno comienza en la infancia o al principio de la adolescencia continuando en la edad adulta. El engaño y la manipulación son características principales de dicho trastorno de personalidad. Para poder diagnosticar dicho trastorno debe existir un patrón repetido y persistente en el comportamiento donde se violan los derechos básicos de las personas o aquellas reglas sociales correspondientes a la edad evolutiva, por lo que aquellas personas no logran adaptarse a las normas sociales.
Se puede poner de manifiesto un patrón de impulsividad mediante la incapacidad para planificar el futuro. Estos individuos también muestran una despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás, por lo que suelen carecer de empatía y tienden a ser insensibles, cínicos y a menospreciar los sentimientos, derechos y penalidades de los demás.
Trastorno límite de la personalidad:
Las personas que padecen trastorno límite de la personalidad suelen manifestar un patrón general de inestabilidad tanto en las relaciones interpersonales y sí mismo, viéndose afectada la autoimagen. Además se aprecia una notable impulsividad que inicia al comienzo de la edad adulta. Uno de los síntomas que padecen aquellas personas es el miedo al abandono y soledad, por lo que tienden a realizar esfuerzos para evitar el abandono ya sea real o imaginario. Por otra parte, aquellas personas suelen idealizar a aquellas personas cercanas, demandándoles tiempo para compartir con ellos. Además también pueden devaluar, cuando sienten que aquellas personas no les están dedicando el tiempo suficiente que ellos merecen.
Con respecto a la identidad, esta suele ser difusa por lo que no suelen tener una imagen clara de sí mismo.
Los sujetos con trastorno límite de la personalidad presentan comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes o comportamiento de automutilación. El suicidio consumado se observa en un 8 a 10% de estos sujetos y los actos de automutilación (cortarse o quemarse) y las amenazas e intentos suicidas son muy frecuentes.
Trastorno histriónico de la personalidad:
Las personas que suelen padecer de este trastorno de personalidad suelen buscar la atención de los demás, expresándose en diferentes contextos. Cuando no logran ser el centro de la atención, no se sienten cómodos tomando aquello como un desprecio por parte del entorno. Al inicio suelen seducir al otro con su entusiasmo y ser aparentemente muy abiertos.
Las personas con este trastorno se caracterizan por la autodramatización, la teatralidad y una expresión exagerada de la emoción. Los sujetos con este trastorno acostumbran a considerar las relaciones más íntimas de lo que lo son en realidad, describiendo a casi cualquier conocido como “mi querido o mejor amigo”.
Trastorno narcisista de la personalidad:
Una de las características principales del trastorno de personalidad narcisista en un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía que a veces inicia al comienzo de la edad adulta. Aquellas personas suelen sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos, por lo que generalmente dan la impresión de ser personas exitosas.
Los sujetos con trastorno narcisista de la personalidad creen que son superiores a los demás, especiales o únicos y esperan que los demás les reconozcan como tales. Piensan que sólo les pueden comprender o sólo pueden relacionarse con otras personas que son especiales o de alto status. Todo lo anterior, deja ver una autoestima muy frágil ya que necesitan de la aprobación del otro para poder sustentar todo aquello que demuestran ser.
Trastorno de personalidad de evitación:
Se caracterizan por la inhibición social, sentimiento de inadecuación y una hipersensibilidad a la evaluación negativa del otro. Aquellas personas evitan aquellas situaciones que impliquen un contacto interpersonal importante, ya que tienen miedo a las críticas, desaprobación y rechazo.
La intimidad personal suele ser difícil para ellos, aunque son capaces de establecer relaciones íntimas cuando hay seguridad de una aceptación. Los sujetos con este trastorno, puesto que les preocupa la posibilidad de ser criticados o rechazados en las situaciones sociales, tienen a manifestar altos niveles de ansiedad al momento de vincularse con el otro.
Aquellas personas tienden a ser tímidos, callados, inhibidos por temor a que la atención vaya a comportar la humillación o el rechazo. Las dudas respecto a su aptitud social y su interés personal se hacen especialmente manifiestas en las situaciones que implican interacciones con extraños.
La mayoría presenta baja autoestima y una hipersensibilidad al rechazo. Desean afecto y aceptación y pueden tener fantasías sobre relaciones idealizadas con otros. El comportamiento de evitación suele comenzar en la infancia o la niñez con vergüenza, aislamiento y temor a los extraños y a las situaciones nuevas.
Trastorno de personalidad por dependencia:
Aquellas personas que padecen dicho trastorno de personalidad suelen tener una necesidad excesiva por que el otro se ocupe de ellos, ocasionado un comportamiento de sumisión ante el otro. Estos comportamientos surgen ante una percepción de incapacidad de funcionar por sí mismos, requiriendo la ayuda de los demás. Debido a lo anterior, suelen tener dificultades para tomar decisiones por lo que están constantemente pidiendo la aprobación del otro respecto a lo que piensan o sienten. Por otra parte, tienden a tomar las críticas y la desaprobación como pruebas de su inutilidad y pierden la fe en sí mismos.
Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad:
Aquellas personas que padecen dicho trastorno tienden a tener una preocupación por el orden, perfeccionismo y control mental. Aquellas personas tienden a tener rituales y reglas en sus comportamientos.
Los sujetos con este trastorno son rígidamente respetuosos con la autoridad y las normas, e insisten en su cumplimiento al pie de la letra, sin saltarse ninguna norma por circunstancias atenuantes. Los sujetos con trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad son reacios a delegar tareas o trabajo en otros. Insisten obstinada e irrazonablemente en que todo se haga a su manera y en que la gente se adapte a su forma de hacer las cosas. Con frecuencia, dan instrucciones muy detalladas sobre cómo se tiene que hacer todo y se sorprenden e irritan si los demás sugieren otras alternativas posibles. Los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad tienen tantas dificultades para decidir qué tareas son prioritarias o cuál es la mejor forma de hacer alguna cosa concreta, que puede ser que nunca empiecen a hacer nada.
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